Un oficial británico, el Comandante Summerford, mientras luchaba en los campos de Flandes en febrero de 1918 fue sorprendido sobre su caballo por un relámpago y paralizado de la cintura abajo. Summerford se retiró y se fue a vivir a Vancouver. Un día del año 1924, estaba pescando junto a un río y otro rayo sacudió el árbol bajo el que él se sentaba y paralizó su lado derecho. Dos años más tarde, Summerford ya se habia recuperado para poder dar paseos en un parque local. Él andaba allí el verano de 1930, cuando otro rayo le alcazó, dejándolo permanentemente paralizado. Murió dos años más tarde, pero el rayo lo seguía buscando. Cuatro años más tarde, durante una tormenta, otro rayo cayó en un cementerio y destruyó una lápida. ¿De quien sería la lápida? pues del Comandante Summerford.